Mi Familia mi mayor Tesoro
El primer grupo al que pertenecemos al nacer se llama familia, desde mi punto de vista el mejor, este tiene sus propias reglas, una membresía exclusiva, en ocasiones un código de comunicación, así como también tiene establecido el rol que cada uno de los integrantes deberán desempeñar a lo largo del tiempo (determinado muchas veces por la sociedad y otras por algún miembro de está).
En ocasiones resulta ser un verdadero tesoro que se reconoce con el tiempo, en otros casos las más criticada y por último la más envidiada por otros. Les explico en el primer caso nosotros como miembros de ella reconocemos el valor y la importancia que está tiene para cada uno, asumiendo el rol que nos corresponde en ella. En el segundo caso existe la crítica de algún miembro hacía otro miembro, por ponerles un ejemplo, cuando los hijos son grandes creen que lo pueden hacer mejor que sus papás o en el caso de los hermanos, donde un hermano cree que lo puede hacer mejor que el otro, viven en una lucha constante de poder, como se dice popularmente buscándole la caída al otro. Y por último la más envidiada por algunos, como así, les explico por ese amigo o familiar que te dice me gustaría tener una mamá o un papá como el tuyo, con ellos si se puede hablar, confían en ti o con los hermanos me gustaría tener una hermana como la tuya, con la que puedes contar, que te escucha y te apoya.
En mi experiencia personal y profesional he aprendido con el pasar del tiempo que cada uno tiene un rol fundamental en nuestra familia. Nuestros papás lo hacen lo mejor que pueden, considerando que no es sencillo ser padres, pues esta es una tarea que está en aprendizaje constante, donde ellos aprenden todos los días algo nuevo. No existe una universidad para ser papás, tampoco un manual, es una tarea 24/7 los 365 días del año y no tiene vacaciones. También se aprende a ser hijo, aprendemos a amar a esas personas que nos trajeron al mundo. Aunque a veces nos portemos mal cuando somos niños estamos plenamente seguros que ellos estarán ahí siempre, que nos aman infinitamente y que somos el mayor tesoro que ellos tienen. Y por último aprendemos a ser hermano, cuando eres hijo único y llega tu hermano tienes que compartir a tus papás, la atención, el amor, los juguetes, el espacio, entre otras. Al principio no resulta nada fácil, pero con el pasar del tiempo esa persona que llego se convierte en tu mejor amigo, tu compañero de travesuras, ese que siempre va a estar ahí para tenderte una mano cuando lo necesites.
Esta es la familia que la mayoría desea, anhela, con la que sueñan. Les cuento que esto no es imposible, no es una fantasía, cada uno tiene la mejor familia del mundo, imperfectos como son todos, que hace lo mejor que puede. En una ocasión alguien me dijo: “nosotros somos los que elegimos donde nacer, entonces somos los responsables de hacer lo de mejor de ella”, a lo que me refiero con esto es que no existe fórmula mágica para lograrlo, se necesita amor, dedicación, tiempo, constancia, paciencia y aceptación, respeto por el otro, tener presente que cada uno tiene una función, ser humilde para reconocer al otro y aceptar cuando te equivocas. Cuando amamos a alguien lo aceptamos como es, amar es una decisión de todos los días, donde elegimos al otro tal como es, sin la necesidad constante de cambiarlo, sabemos que nos quiere, que está ahí para nosotros y que aunque a veces no sea como lo anhelas siempre podrás contar con él.
Quiero invitarte a agradecer por la familia que tú elegiste, por cada uno de los miembros que la conforman, por cada enseñanza, por los momentos compartidos hasta ahora y los que vienen, a buscar el espacio y el tiempo para reunirse. Un estudio determinó que cuando agradecemos las cosas buenas que nos pasan sube nuestro estado de ánimo y contribuyen a mejorar la salud y el bienestar. Agradecer a otras personas nos permite disfrutar mucho más las experiencias positivas, afrontar mejor las circunstancias estresantes o que causan ansiedad, fortalecer las relaciones y ser más persistentes a los desafíos del día a día.
Lcda. Eloisa Agüero H.
Psicólogo Clínico.
Especialista en Dinámica de Grupo
Centro Vida y Familia Ana Simó
Imagen tomada de: www.barnesandnoble.com