Los celos y la infidelidad
Cuando hablamos de celos decimos que son aquellas emociones o sentimientos que surgen como resultado de la necesidad de poseer algo de forma exclusiva o por el miedo a considerar que se puede perder algo que se cree poseer.
Si bien los celos son emociones básicas, universales, compartidas por todos los individuos, también son emociones muy complejas, ya que requieren de la participación de otro individuo (sea una participación real o no) y que pueden afectar los pensamientos que tiene que ver con la parte cognitiva, las conductas que son las dimensiones conductuales y luego está la respuesta fisiológica, que tiene que ver como reacciona nuestro cuerpo ante determinadas situaciones, ejemplo sudar, ponernos colorados, que nos tiemblen las manos.
En consulta es frecuente que acudan parejas que presentan conflictos y malestares derivados de que alguno de los cónyuges o ambos muestran celos o conductas celosas hacia el otro, lo que a menudo deriva problemas por cuestiones como la vestimenta, las horas de salida, los lugares los que sale, la compañía con quien sale, entre otras.
Los celos surgen de los propios sentimientos de inseguridad o de desconfianza que el individuo tiene, así como consecuencias que se derivan de la situación que se produce ante las conductas de celos de uno de los miembros, por ejemplo, cómo va vestida a los diferentes lugares.
Cabe destacar que cualquier individuo puede experimentar celos, los que se presenta una mayor predisposición a estos, si se presentan características de personalidad como:
- Dificultades de las habilidades sociales o asertividad
- Inseguridad
- Problemas de autoestima
- Malos modelos parentales
- Vínculos pobres
- Apego inseguro o ambivalente
- Consumo de alcohol y drogas
- Trastornos psicopatológicos
Los celos patológicos presentan manifestaciones clínicas en varios niveles, en el plano emocional, es frecuente la ansiedad o agresividad, en el nivel cognitivo, los pensamientos intrusivos relacionados con la infidelidad, y en el nivel conductual, las demandas de inseguridad o rituales compulsivos con el objeto de controlar al cónyuge.
Para el tratamiento de estas manifestaciones de los celos tenemos la técnica más empleada y que mayor éxito han mostrado es la terapia cognitivo-conductual, aquí se destacan la exposición y la prevención de respuesta, mientras que la cognitivas destaca la reestructuración cognitiva.
Por otro parte, cuando hablamos de la infidelidad hacemos referencia a la ruptura de un contrato acuerdo o pacto implícito o explicito, en el cual uno de los dos miembros de una pareja tiene algún tipo de relación con una tercera persona, se trata de una ruptura del pacto de fidelidad que ambos tenían.
Hay muchos tipos de infidelidades podemos mencionar algunas clasificaciones que se dan son las breves y ampliada, de acuerdo con Camacho (2004). Dentro de las breves tenemos infidelidades accidentales, que son inesperadas, que no se buscaban por parte del individuo ni esperada. Infidelidad pura, aventuras románticas, arreglos especiales.
Dentro de las ampliadas tenemos infidelidad sin relaciones sexuales, infidelidades con relaciones sexuales, infidelidad de pensamiento, infidelidades de una vez, infidelidades esporádicas, infidelidades fijas, infidelidades compulsivas, doble vida.
El primer paso de cualquier intervención de pareja es determinar si esta desea continuar o no la relación, en caso negativo de que no se quiera continuar el objetivo de esta será facilitar que la separación de la pareja se realice de forma que resulte menos perjudicial para ambos, teniendo en cuenta aspecto como la comunicación a los hijos.
En caso de que la pareja desee continuar con la relación, la intervención ira encaminada favorecer la expresión y la liberación emocional, mejorar la comunicación y la asertividad, ofrecer técnica para el manejo de la hostilidad o agresividad, controlar los reproches, detectar sesgos cognitivos y trabajar mediante reestructuración cognitiva, enseñar técnica de relajación, hacer actividades agradables.