Educa a tu hijo para el ÉXITO seguro
Primera parte
Ver niños que manejen sus emociones no es muy común hoy en día.
Que el niño sepa y pueda identificar sus sentimientos y el de los demás mucho menos…
Que sea independiente, que tome decisiones, que supere retos, que establezca objetivos y metas a corto y largo plazo, que comprenda las consecuencias de sus acciones tampoco lo vemos con frecuencia.
Y usted dirá -Bueno son niños, ¿qué van a saber de eso?
Es cierto son niños, y sí podrían saber de eso y más, si dejáramos de subestimarlos mientras aprenden bajo el dominio de la sobreprotección y los apegos mal entendidos.
Si un niño crece en un ambiente donde se desarrolla y se practican las habilidades sociales como estilo de vida, dejaría de ser una tendencia ocasional para llevarlo al éxito seguro en el futuro.
Si los adultos (padres – maestros) comprendieran las Habilidades Sociales más allá del saludo diario y el medio compartir con el resto de la humanidad. Si por un momento respetaran el ritmo de procesamiento individual, gustos, preferencias, la individualidad propia de cada ser apartando las comparaciones, otra cosa sería.
Desde muy temprana edad los niños aprenden acerca de normas y valores a partir de experiencias prácticas en la cual los adultos juegan un papel importante como modelos. Así en el compartir diario en el hogar, escuela, u otros espacios el niño se da cuenta que debe comportarse de una manera particular y en atención a las normas establecidas propias del lugar en el que interactúan.
Las Habilidades Sociales permiten en el individuo que pueda desarrollar y mantener una interrelación más equilibrada y satisfactoria con el medio donde se desenvuelve. Ayudan a ser individuos más felices, seguros de sí y hasta podría evitar la predisposición a caer en situaciones de conflictos como: drogas, depresión, insatisfacciones. Siendo personas más competentes en los diferentes roles que desempeñaran a lo largo de su vida como: hijos, amigos, padres y profesionales.
Desarrollar en el niño desde su nacimiento las habilidades sociales contribuye que él tenga un pleno conocimiento y manejo de su inteligencia emocional.
Por tal motivo nosotros los adultos que somos responsables de los niños del futuro debemos hacer un gran esfuerzo por conocer los diferentes aspectos que conforman dicho aprendizaje de manera que las nuevas generaciones de adultos puedan conocer e identificar sus fortalezas y debilidades, desarrollar la empatía, ser asertivo y dominar sus emociones de manera tal que sean capaces de plantearse su propio futuro, aceptar y rechazar si sentirse culpables, que puedan llamar por su nombre cada emoción que experimenten y que además puedan emitir opiniones expresándolas de la mejor manera.
Si esto fuera así … Ya sería un ÉXITO seguro.
Lic. Solimar Jiménez
Psicopedagoga – Terapeuta Conductual
Centro Vida y Familia Ana Simó
Imagen: www.criarenpositivo.es