Importancia del equilibrio emocional de los hijos
Hablar de equilibrio en cualquier ámbito permite imaginar una balanza y al visualizarla, por lo general, se convierte en un cuerpo inmóvil, sostenido por dos o más fuerzas iguales que actúan en sentido opuesto, o que una anula a la otra. Si se vincula este concepto al aspecto emocional, se entiende entonces como las respuestas emocionales adecuadas que un individuo aporta al entorno.
Lo seres vivos se desarrollan a través de un conjunto de factores internos y externos; en particular los seres humanos tienen capacidad de raciocinio por lo que son capaces de razonar, evaluar y responder a todo lo que ocurre a su alrededor.
Muchas veces habrá escuchado que son un ente biopsicosocial, esto quiere decir que los seres humanos poseen un organismo complejo y con una mentalidad compleja basada en valores, ética, moral, deseos, motivaciones y personalidad, que le permiten estar y adaptarse a un sistema social para comportarse de acuerdo a sus intereses psicológicos, y a los límites que le presenten su cuerpo y aprendizaje.
En palabras más simples si la salud física, emocional y la interacción social de una persona no están equilibrada, por lo general se producirá un colapso, y es muy probable que deje de ser funcional. Generalmente las personas tienden a ocuparse o dar mayor importancia a todo lo que es visible, sin embargo hay un aspecto fundamental que es el núcleo del ser, se llama emocionalidad.
El equilibrio emocional fue definido por John Mayer y Peter Salovey como “la habilidad para regular las emociones y promover el crecimiento emocional e intelectual”. Es así entonces, como los hijos requieren de un adecuado acompañamiento, orientación y contención durante los primeros años de vida y la adolescencia, pues a partir de patrones, lineamientos y estimulación de conductas reflexivas, es así como ellos serán capaces de gestionar y responder a las demandas internas y externas, según sus objeciones y motivaciones de manera coherente.
Pero se preguntará: ¿Y cómo lo hago?
- El rol de la madre y el padre es fundamental para el desarrollo emocional, el sentir que cuenta con apoyo y protección, aunado al saber a quién pertenece, genera seguridad, una de las necesidades más básicas del individuo.
- Un hogar estable y con reglas claramente establecidas, contribuyen a que los niños sepan que esperar, lo que disminuye, o en numerosos casos anula, posibles detonadores de ansiedad.
- Para proporcionar equilibrio emocional, es necesario poseerlo, los padres y las madres deben saber atender sus propias necesidades, físicas, psicológicas y emocionales.
- Durante los primeros años de vida, los niños van a ir adhiriendo conceptos y esquemas de pensamientos que irán cambiando y adaptándose a medida que van creciendo y experimentando nuevas experiencias. Mientras tanto, los adultos son los responsables de ayudarles a organizar y regular sus emociones.
- Las experiencias de amor, solidaridad, flexibilidad y adaptabilidad, deben predominar sobre las de enojo, intolerancia, rigidez y represión.
Algunos signos de alarma para detectar si su hijo no posee equilibrio emocional:
- Muestra un cambio brusco en su comportamiento: las áreas más comunes son: lúdica, interacción, apetito, sueño y académica.
- Su respuesta al entorno tiende a ser irritable e impulsiva.
- Se le dificulta regularse y se enoja con facilidad.
- Se muestra demandante y con escasa tolerancia a la frustración.
El ritmo de vida actual se ha convertido en un verdadero desafío para los padres, sin embargo, es necesario tener presente cada día que más que ser proveedores materiales, tienen una responsabilidad trascendental y es la de fomentar a los hijos a conocerse, quererse y convertirse en seres responsables de sus vidas, que su mayor logro sea el saberse felices. Y recuerde que en ocasiones, se requiere de un poco de ayuda; es parte de su labor el saber identificarlo.
Hoy ya cuenta con mayores herramientas para saber si su hijo posiblemente pueda estar presentado conflictos emocionales, y tenga presente que una intervención psicoterapéutica, es la mejor acción para promover y apoyar el desarrollo emocional de su hijo, si siente que ya no sabe que herramienta usar.
Leyshy Cabrera M.
Psicóloga clínica.
Especialista en clínica infanto juvenil e inclusión educativa.
Centro Vida y Familia Ana Simó
Imagen tomada de: tubebeytu.com