Depresión Infantil

Depresión Infantil

“¿Y el niño se deprime?”, “Tiene todo resuelto, no tiene problemas para deprimirse” o “Mi hijo/a no llora, no puede estar deprimido” son frases que comúnmente usan los padres ante la probabilidad de una depresión infantil.

Y es que al hablar de depresión se tiene la creencia de que solo afecta a los adultos, de hecho, el Manual Diagnostico de los Trastornos Mentales considera la depresión como un trastorno en la adultez; sin embargo, su aparición se hace cada vez más frecuente en los niños/as y adolescentes; de igual modo, se tiene a restar importancia o negar su existencia con comentarios similares a los descritos más arriba.

La depresión infantil hace referencia a un trastorno propio del estado de animo que se manifiesta por la existencia de sentimientos de soledad, no se divierten, evitan relacionarse con otras personas prefiriendo quedarse en casa, quejas frecuentes de falta de atención o de afecto, se muestran muy pasivos o activos en demasía, suelen irritarse con facilidad, e incluso, hablan sobre la muerte y el suicidio.

Hay diversas causas posibles que podrían incidir en el desarrollo de un trastorno depresivo, entre las principales se encuentran:

  1. Sentimientos de minusvalía, los cuales pueden deberse a la perdida de uno de sus padres, no sentirse querido en casa, o bien, tiene la creencia de no formar parte del núcleo familiar o no cumplir con las expectativas que tiene de él o ella.

  1. Limites poco claros, falta de disciplina o, por el contrario, un exceso de autoridad. Cuando hay un régimen autoritario, los niños y adolescentes que padecen depresión suelen expresar lo que sus padres esperan de ellos siendo castigados si no logran cumplir las metas que estos le imponen.

  1. Fracaso escolar, cuyo valor radica en la valoración que hacen los padres del rendimiento académico de sus hijos. Cuando no se obtienen las calificaciones esperadas los niños y adolescentes sienten la desaprobación parental o la carencia de un futuro próspero; estos casos suelen generar una depresión mas grave y conllevar al suicidio.

Si al observar a sus hijos percibe alguno de los indicadores de depresión en sus hijos, lo principal es buscar la ayuda de un profesional de la conducta capacitado y contactarlo lo más pronto posible, el cual hará una valoración adecuada y, posteriormente, diseñar un abordaje terapéutico acorde a las necesidades propias del caso.

Conjuntamente al proceso de terapia, algunas sugerencias que son de ayuda en casa pueden ser:

  • Evite ser muy autoritario o ejercer un rol disciplinario muy fuerte, sin caer en la permisividad
  • Respete los gustos y preferencias de sus hijos e hijas
  • Valide sus emociones, puede empezar por expresar sus sentimientos propios y esto también ayudará a que las identifique y gestione adecuadamente
  • Fomente sus habilidades y relaciones sociales
  • Dígale, y recalce, a cada momento el amor que sienten por ellos y cuan importantes son para usted, necesitan saberlo
  • Y una muy importante, trate de ser consistente con las terapias

Finalmente, debemos entender que la depresión en los infantes y los adolescentes es real, se hace cada más frecuente y que no debe ser tratada en casa sin la supervisión de profesional; toca tomar conciencia y ser padres involucrados en el desarrollo y crecimiento de sus hijos, valorándolos como los seres humanos que son.

Por la Lcda. Laura Troncoso, M.A.

Psicóloga Clínica y Psicopedagoga

Especialista en Evaluaciones

Centro Vida y Familia Ana Simó