Relación entre el sueño y la felicidad
En la sociedad actual se vive muy deprisa y el día a día es abrumador. Resulta complejo parar y dar importancia a dormir bien. Es común escuchar frases como: cuando crezcan mis hijos podré dormir más, cuando no esté tan ocupado, cuando me jubile, etc. Sin embargo, se suele tener tiempo para compartir con familiares y amigos, tiempo para el trabajo y ocio. Dormir bien pasa a segundo plano y se puede vivir como una pérdida de tiempo, por todo lo que ello implica.
Tener un sueño reparador cobra importancia cuando los efectos secundarios negativos por carecer de un buen descanso afectan a nivel fisiológico. De lo contrario, la persona continúa durmiendo entre 4 y 6 horas diarias sin una buena higiene de sueño.
Dormir bien, está estrechamente relacionado con el estado de ánimo. Cuando el sueño es reparador, el estado de ánimo es óptimo, la atención, memoria y concentración mejoran y la respuesta a las situaciones estresantes tiende a ser adecuadas, así como ser más resolutivos. En cambio, dormir mal, conlleva a empeorar nuestro estado ánimo, aumenta el nivel de estrés y empeora nuestras funciones ejecutivas.
Todo ello lo explica mejor, el saber que el sueño y el estado de ánimo comparten mecanismos neuroanatómicos y neurofisiológicos, por tanto, las estructuras cerebrales, como los mecanismos de neurotransmisión de estos 2 elementos, son prácticamente los mismos, por lo mismo, se impactan mutuamente. Cuando se duerme bien, el estado de ánimo mejora y viceversa.
El sueño se ve alterado por rutinas y hábitos insanos al momento de dormir (no tener una hora fija para dormir y levantarse, estar con pantallas táctiles altas horas de la noche, ingerir alimentos que puedan sentar mal, etc.) y, por el tipo de afectación anímica que se padezca, como trastornos de ansiedad o trastornos del estado de ánimo como la depresión, donde el principal malestar es el insomnio. De manera que cuando no se duerme bien, al día siguiente las emociones negativas pueden vivirse con mayor intensidad y los pensamientos negativos aumentan, costando más afrontar el estrés.
Otros de los beneficios de dormir bien, es bajar de peso, ya que la falta de sueño aumenta el apetito, disminuye sensaciones físicas desagradables y aumenta el bienestar físico, mental y emocional. Permitiendo a la persona que cuida su sueño, sentirse feliz y pleno, ya que experimenta más las emociones positivas.