Qué esperar de los hijos?
Todo padre tiene el deseo de que sus hijos nazcan lo más cercano posible a la perfección física, mental, y emocional. Los hijos son como una caja de sorpresas, no sabemos con certeza si tendrán alguna condición cardiaca, un retraso mental, algún síndrome con el que tendrán que vivir la vida entera; o más adelante situaciones que se pueden presentar en la adolescencia y/o adultez: tener una preferencia sexual hacia el mismo sexo, cometer actos delictivos, decidir involucrarse en relaciones dañinas, o bien muerte o suicidio.
Al nacimiento de un hijo le acompañan sueños, ilusiones, planes que los padres hacen sobre su vida desde el momento de su concepción; si quieren que sea futbolista, que toque el piano, que estudie la carrera de la familia, que tenga los amigos más ejemplares, la pareja ideal para presentar en sociedad o con la cual estar orgullosos de la elección; que tenga un comportamiento adecuado en la infancia, y responsable y comedido en la adultez.
Desearíamos que todas estas expectativas pudieran cumplirse durante todo su desarrollo. Sería lo ideal, no tuviéramos retos como padres, sería más fácil juzgar a aquellos que si tienen problemas, descansaríamos en la ilusión de que nuestros hijos son “perfectos” y nos olvidaríamos de otros detalles que también son importante.
El rol de padres va cambiando de acuerdo a la evolución del niño y su desarrollo en el ciclo de la vida, las crisis familiares, conflictos entre padres e hijos son una alerta de que algo en el sistema comunicacional o de relación debe cambiar. En ocasiones se nos dificulta echar una mirada a nuestro interior y cuestionarnos sobre la necesidad de poder, de autoridad o reconocimiento que quiero tener frente a mis hijos o la sociedad. Es muy fácil continuar decidiendo cómo actuar frente a nuestros hijos y asumir situaciones que no sabemos manejar con seguridad sin reconocer nuestras debilidades para buscar una orientación que nos permita encontrar una forma asertiva de acercarnos a esos individuos que inician la vida dependiendo en su totalidad de nosotros adultos, y más adelante el apoyo, escucha y orientación de los mismos que siempre estuvieron ahí desde el inicio.
Se requiere de un ejercicio de auto reconocimiento y amor para lograr evaluar las actitudes o patrones que pueden ser cambiados. Las crisis que enfrentamos con las noticias que nos trae cada caja de sorpresas, solo las podemos superar con paciencia, amor, con el apoyo de seres queridos y la asesoría adecuada de algún profesional de la salud mental que nos dote de las técnicas y herramientas necesarias para mejorar la comunicación y superar las crisis familiares.
Lic. Lorraine Isa
Psicóloga, terapeuta infanto -juvenil. Especialista en manejo de conducta,
hiperactividad, duelo, disciplina positiva, intervención en crisis y familia.
Centro Vida y Familia Ana Simó