LA FAMILIA EN COMBO

LA FAMILIA EN COMBO

En el año 2005, se estrenó en el cine una divertida comedia, cuyo título en español es “Los tuyos, los míos y los nuestros”, en donde la trama de la misma se centraba en que dos viudos que se habían conocido en la escuela secundaria se reencontraban y se enamoraban, pero cuando decidieron unirse para formar una familia, resultó ser que cada uno por separado tenía una moderada cantidad de hijos, es decir lo que pudiéramos llamar “una familia en combo”.

En la historia se narra cómo ellos decidieron casarse sin que ninguno imaginara las consecuencias que podían traer a todos los miembros, pues estos estaban divididos en bandos e intentarían sabotear esa relación a toda costa, hasta lograr su objetivo que era la separación de la feliz pareja…Aunque esto se trataba de una ficción, si nosotros lo comparamos con la realidad, podemos notar que no se aleja tanto de lo que día a día se escucha tanto en la consulta de pareja como familiar, quejas frecuentes a los terapeutas como “es que su hijo(a) es un malcriado(a)”, “es ñoño(a)”, “no se sabe comportar, tiene malas costumbres, mal carácter, su mamá/papá le habla mal de mí”…y así muchas otras expresiones que transmiten rabia, dolor, resentimiento, frustración…y que tienen como asidero al otro miembro de la pareja, al cual se le ataca como una forma equivocada de resolver el conflicto que surge por la sola presencia de esos hijos(as) que no tienen culpa o mejor dicho no son responsables de la separación de sus respectivos padres, además de que de algún modo estos (los hijos), tratan de expresar su inconformidad a través de berrinches, rabietas, aislándose, con conductas de rebeldía, o siendo violentos con otros, en casos más graves. Es así como, luego de muchas discusiones e intentos infructuosos por resolver esta situación tan caótica; de una manera desesperada acuden a la consulta terapéutica, con el firme propósito de salvar aquello que hasta esos momentos les parecía insalvable. Claro que, al igual que en la película, ambos padres toman partido en su propio bando, buscando que el terapeuta se forje en un aliado de alguno de ellos, sin siquiera advertir que están reproduciendo el mismo patrón de conducta que tenían dentro del hogar, solo que esta vez ha traspasado esos límites, lo que hace más compleja la situación, pero no por ello imposible de solucionar de la manera más asertiva posible.

En general, hay que recordarles a esas parejas que traen consigo a hijos que procrearon con una pareja anterior, que deben: a) realizar acuerdos iniciales acerca de la convivencia con los mismos, fijando límites precisos considerando la edad de estos(hijos) y sus respectivos caracteres; b) evitar las etiquetas y las estigmatizaciones de todo tipo; c) no permitir las comparaciones entre los hermanos de crianza o los habidos en común; d) educarlos desde la base del respeto y la disciplina con amor, sin caer en expresiones como “tú no eres su papá/mamá”; e) realizar actividades en conjunto que permitan el sano esparcimiento y la recreación de todos los miembros de la familia; f) propiciar un diálogo abierto en donde todos se sientan en confianza para comunicar tanto los agrados como los desagrados o puntos en desacuerdo que tengan con alguno de los otros, y finalmente si la situación se les sale de control y se vuelve difícil de manejar, g) buscar la ayuda de un terapeuta familiar que les brinde las herramientas necesarias para que puedan convivir en armonía y así expresar con orgullo que “nosotros somos una familia en combo”.

DRA.MIRTA CASTILLO
PSIQUIATRA-TERAPEUTA SEXUAL