La Importancia de la Familia
El refugio del ser humano debe y puede ser la familia. Ese lugar donde sentimos seguridad, paz, armonía, escape. El eje central: dos seres que se aman y deciden unir sus vidas para recorrer juntos el resto del camino que les queda. Ahí empiezan los cimientos a solidificarse.
Bajo un contrato de palabra, basado en amor, respeto, comunicación, solidaridad, compromiso, lealtad, honestidad y una lista interminable de acuerdos mutuos continuamos construyendo firmemente nuestro hogar. Decorándolo con ilusión, agradecimiento, fe, humildad y pensamientos y acciones positivas vienen los hijos.
Desde la primera decisión de unirnos en matrimonio hasta el tener descendientes es una gran responsabilidad y una entrega de ambas partes. La familia es la unión más hermosa que puede existir y depende de la pareja el mantener esta sagrada promesa viva, fuerte y llena de ilusión. Debemos poner todas nuestras energías en esta preciada inversión, si se ha opacado un poco revivirla y si esta optima, alimentarla para que continúe su crecimiento.
Cree en ti, cree en tu pareja, cree en tus hijos. Ellos son una bendición recibida y un milagro diario. Es maravilloso despertar cada día y saberse feliz, seguro y con un techo ilimitado de posibilidades. Somos seres cambiantes y el conocernos más cada día se convierte en un reto sin competencia en cual todos ganaremos.
Se puede ser feliz, se puede vivir en paz, se puede tener una familia, se puede salvar un hogar: todo es posible si se quiere. Dedica un rato este día a meditar sobre tu familia, sus miembros, lo bueno, lo que te gusta, lo que desearías cambiar, haz planes con tu pareja, empiecen un proyecto nuevo de vida o continúen el que tienen. Basen sus vidas en respeto mutuo, siendo corteses y educados con cada columna de tu morada.
La familia, tu familia, depende de cada uno de los integrantes. Los únicos requisitos indispensables son el amor, el respeto, el compromiso de todos y el trabajo en equipo. Tu familia es tu legado, transmítele a tus sucesores lo mejor de ti, edúcate cada día, conócete, entrégate, lúchala, al final del camino, no podrás borrar la sonrisa en tus labios cuando mires atrás y sientas la satisfacción de haberte entregado enter@ por una causa noble que tuvo su principio, y su continuación está en manos las generaciones futuras del patrimonio dejado por ti y tu conyugue: LA FAMILIA.
Dra. Ana Simó
Terapeuta familiar, sexual y de pareja
Directo Centro Vida y Familia