Por si has pensado en suicidarte

Por si has pensado en suicidarte

En este año que casi termina hemos sido testigos de las noticias de los recientes suicidios a la vez que ha sido tremendamente impactante para todos (as), pues, normalmente no esperamos estos hechos de personas consideradas como exitosas o por lo menos de seres humanos con trayectorias en la que no ha sido evidente indicios de inconformidad con sus vidas sino lo contrario, comparten alegrías, logros y arte.

Resulta doloroso, preocupante y a la vez interesante ver, la diferencia entre las manifestaciones del carácter de estos dos casos de suicidio, que me permitiré citar con el permiso de sus almas, empezaremos con Kate Spade, una mujer con una increíble capacidad de plasmar su creatividad en hermosas piezas de carteras y zapatos, la diseñadora, acabó con la tendencia aburrida de los bolsos de oficina, dándole un toque divertido, diferente y juvenil.

En el caso de Anthony Bourdain, otro de los suicidios que nos impactó en este 2018 que transcurre, por ser un personaje carismático, se dedicaba a cocinar, viajar por el mundo muchos fuimos testigos del entusiasmo que ponía en cada una de las entregas de su programa, impactó en gran manera las redes sociales que era uno de los medios más usados por el para “compartir experiencias”

Personas aparentemente muy felices, que terminan acabando con su vida. El suicidio, viene del latín Sui (sí mismo) y caedere (matar), básicamente matarse a sí mismo, siendo éste uno de los actos más altos de ira hacia la propia persona, ¿Qué pasa por la mente de un presunto suicida? Además de una baja o nula producción de serotonina en el cerebro, el suicidio empieza a gestarse con una ideación producida por un factor detonante, que, si no se interviene a tiempo, evoluciona en un proyecto de muerte, el que se hace acompañar (a medida que vaga por la mente) de ideas distorsionadas; como la incapacidad de resolución de problemas o de poder ver otra salida a cualquier situación que agobie la persona, sentimientos de invalía y frustración.

Estas ideas se acompañan de impulsividad y agresividad; lo importante es saber que todo empieza como una idea vaga que va cobrando importancia, ¿por qué es importante recalcar el hecho de que sea una idea vaga? Porque todo el que viva y tenga una mente y un cerebro es capaz de alojar ideas, y ante factores estresores estas pueden llegar a ser muy negativas.

Dicen las estadísticas que en República Dominicana se suicidan 600 personas cada año, a nivel mundial alrededor de 800,000 personas, esto significa que cada 40 segundos se suicida una persona, cada 2 segundos alguien lo estará intentando; cabe destacar que las mujeres suelen ser más intentadoras, sin embargo los hombres tienden a lograrlo más, esto, por el uso de métodos más contundentes a la hora de hacerse daño a sí mismos.

Se puede deducir entonces, que el suicidio es una tragedia que puede estar en todos y todas, en quienes proyectan felicidad, en los seres humanos comunes, en los melancólicos, tristes, en los coléricos, en cualquiera que pase por una situación de estrés o un factor que detone cualquier sentimiento de malestar, la depresión se enmascara muy bien y esta está estrechamente ligada al suicidio.

Seamos flexibles con nosotros mismos, tratemos de albergar pensamientos menos dogmáticos y más líquidos, que fluyan, que se acomoden a cada situación de la vida, saber que existen un sin número de soluciones a cada situación que se nos presente por dura y sombría que parezca o de verdad lo sea; en cada uno de nuestros respiros, hay esperanza, te lo aseguro.

Si estás pasando por un mal momento, habla, busca ayuda, no dejes que se te vaya de las manos el pensamiento, el pensamiento lo controlamos nosotros mismos, el cerebro es un motor que movemos a nuestro antojo, así es también con nuestras ideas, desestima la idea, intenta buscar otras soluciones, y si no eres tú y se acerca a ti alguien que ha pensado en hacerse daño, escucha, trata de ponerte en su lugar (pensar en qué harías tú, en su situación), busquen soluciones juntos y refiérelo a terapia.

Por: Mabel Mejía Espinal

Psicóloga, Terapeuta Familiar y de Pareja

Centro Vida y Familia Ana Simó

Imagen tomada de: www.larevista.ec