Un tiempo para sanar
¿Cuándo fue la última vez que estuviste tanto tiempo contigo? ¿Verdad que no es común? A lo mejor te encontraste con los recuerdos de la infancia, con la sombra de la culpa, la ansiedad, la tristeza, también contigo, con el soñador.
Es posible que ya hayas hecho tú comida favorita, limpiaste el gavetero o te encontraste con la carta del perdón que escribiste junto a tu terapeuta hace años y la habías olvidado.
Creo que volviste a vivir…
Detenerse, sentir miedo, llorar y anhelar la costumbre no está mal, al contrario, es una oportunidad para ser mejor persona.
Me gustaría compartir mi experiencia de lo aprendido en estos días tanto como ser humano y como terapeuta:
Aprendí a que tarde o temprano el cuerpo, los sueños y nuestra esencia, cambian, no hay que programar tanto, tenemos que vivir más.
Aprendí que la vida es un regalo que no decidí tener, pero que debo agradecer y cuidar constantemente.
Aprendí que el tiempo se va tan rápido, cuando te haces consciente del valor que tienen tus seres queridos muchas veces es tarde.
Que debo ser fiel a mí mismo, a mis sueños, a mi forma de ser, a no cambiar por unos cuantos.
Que el primer paso es el más difícil de dar, lo demás suele ser más fácil.
Que la alimentación, el ejercicio, la meditación y la fe son el verdadero autocuidado.
Que los momentos de prueba, los días grises, se irán y me dejarán un aprendizaje.
Que las muestras de amor son sencillas.
Que hoy, al leerme a lo mejor conectaste en algo conmigo y tu camino a la libertad y la felicidad inició.
Compartir nuestros sentimientos nos libera, cura las heridas y reconstruyen nuestras almas.
Si sientes que no puedes solo/a hay muchas personas que estamos dispuestos a ayudarte, también ábrete a ayudar a los demás, usa tus fortalezas para acompañar a otros.
¿Quieres un consejo más?
Escribe, léete, comparte y cuida de ti y los tuyos.
Pedro Reyes
Psicoterapeuta
Neuropsicólogo