Crisis familiar en proceso de identidad

Identidad

Crisis familiar en proceso de identidad

Hay noticias familiares que nos hacen entrar en crisis, en un estado emocional vulnerable que nos aleja de nuestra tranquilidad, nos quitan temporalmente el deseo de hacer las actividades que antes disfrutabamos hacer, nos alteran el sueño, el apetito, el humor, la concentración, lo que quiere decir que hemos entrado en un proceso de duelo. Algunas de estas noticias nos averguenzan y generan en nosotros rechazo e inimaginables pensamientos que nos perturban.

Tomemos  como ejemplo, el caso de unos padres cuyo hijo les dice que es homosexual, es probable que ambos tengan reacciones diferentes, y como tal, uno de los cuales reaccionaría de forma sorpresiva, tal vez lleno de temores sobre lo que pensará la comunidad, la iglesia, la familia. Es probable que sienta el propio rechazo a lo desconocido, la idea de que su hijo sea rechazado por la sociedad, de que sea infeliz, de que no irá para el cielo, le llena de angustia, entre otros aspectos que nos han enseñado sobre la homosexualidad.

Toca permitir que cada uno de estos temores y emociones salgan, en forma de llanto, de palabras, sin que tenga que ser restringido u obligado a aceptar algo que aun no está listo para aceptar. Es un proceso que toma tiempo, y como todos los procesos, requiere de apoyo y acompañamiento; en el último caso si lo sienten necesario.

A pesar de que los sentimientos deben ser expresados, hay que tener cautela con la forma en la que se transmiten, pues es igual de importante en una familia, el proceso que lleva a cabo el hijo que dá la noticia. Tomar en cuenta la culpa y tristeza que puede sentir ese hijo por no poder cambiar algo que provocará el sufrimiento de los padres.

Un hijo homosexual, antes de hablar con sus padres, ha atravesado un proceso previo de lucha interna sobre su propia identidad. Ha luchado contra creencias culturales con las que ha crecido, ha cuestionado sus valores familiares, religiosos; probablemente haya tenido experiencias que le han ayudado a identificarse, ha atravesado procesos de duelo por renuncias y pérdidas. En muchos casos ha acudido a terapia para lograr encontrarse consigo mismo y hacer las paces con su identidad. Lo que quere decir, que es probable que mucho antes de que su hijo le haya dado la noticia, todo un proceso silente se haya llevado a cabo y este no haya querido involucrarlo hasta estar seguro de lo que siente.

En resumidas cuentas, cuando una noticia sacude una familia, el sistema completo se ve involucrado y por lo tanto afectado. Cada miembro tendrá sentimientos diferentes y reacciones diversas frente a un mismo evento; será de invaluable importancia el respeto a dichas diferencias, el espacio para que cada uno pueda expresar lo que siente sin temor a ser juzgado, eligiendo sabiamente las palabra, tomando en cuenta que en un proceso que es doloroso para todos, estaremos vulnerables. Permitir que el dolor salga sin dañar las relaciones es uno de los retos familiares frente a una crisis donde las emociones afloran y la razón se esconde.

Muchas veces las crisis se convierten en procesos que nos permiten evolucionar como seres humanos y como familia.