Mucho amor poco sexo

Mucho amor poco sexo

En la pos modernidad muchos son los cambios que ha vivido la sociedad, desde la creación del control remoto, la televisión por cable, la internet, las redes sociales entre otros elementos; no menos cierto es que las parejas también han experimentados cambios.

La extensión de las agendas labores, sociales, académicas y personales han obligado al ser humano a modificar sus horarios y por ende sus actividades. Hace algunos años era común escuchar en los canales de televisión dominicana un famoso comercial de televisión a las 9:00pm donde se anunciaba la hora de dormir de los más pequeños o quienes no recuerdan la canción de topo Giggio cantando: “A la camita…” Y con esto ya las familias se organizaban para la hora del descanso… inclusive para muchas parejas el horario para sostener relaciones sexuales ya estaba pre establecido, no de forma rígida, pero si con cierta frecuencia.

Actualmente, la cantidad de actividades y de ofertas han modificado esos estándares, hoy en día se ha reducido la cantidad de horas de sueño que le otorgamos a nuestro cuerpo sin hablar de la cantidad/calidad de tiempo que destinamos a la vida de pareja.

En frecuente escuchar a las parejas quejarse sobre el hecho de que no tienen tiempo para tener relaciones sexuales y si las tienen las mismas son insatisfactorias para una de las partes. Al revisar las agendas individuales regularmente encontramos que uno de los miembros de la relación esta hiperfuncionando y el otro hipofuncionando. Esto significa que uno de los dos tiene muchas actividades y obligaciones aun en la misma casa y que el otro esta funcionado muy por debajo de lo que debería, esto crea un sentimiento de injusticia (pues lo es) y quien está sobre funcionado se siente agotado, esto imposibilita una vida sexual de calidad.

Al conversar sobre las actividades del día a día constatamos que entre los temas laborales donde se exige un alto funcionamiento, esto sin mencionar que las jornadas laborales se han modificado extraordinariamente en los últimos años, haciéndose cada vez más largas, las ofertas de formación académica y el interés por las mismas está creciendo más y más, el tema del cuidado del cuerpo es actualmente punta de lanza. Cuando se revisa la agenda externa termina alrededor de la 9 0 10:00 pm; para iniciar la agenda doméstica donde se debe revisar tarea, quehaceres domésticos, supervisión y arreglo de temas de la casa entre otros… con qué se queda la pareja, en promedio con 1 hora o menos de tiempo para sí. Al momento de llegar a la cama entonces ven una serie de televisión o un noticiero.

Esto provoca que la actividad sexual sea rápida, tosca y muy poco placentera, llevando con el tiempo a una inhibición del deseo. Las parejas reportan amarse, quererse y desearse, pero todas estas actividades donde algunas de ellas carecen de prioridad roban es espacio para conectar con el otro.

En promedio las personas pasan horas en las redes sócales y viendo televisión, lo cual es fabuloso siempre que esta actividad no cree una desconexión en el vínculo conyugal. Es momento de revisar prioridades y ordenar nuestras agendas donde la vida de pareja también tenga espacio, no el que sobra, sino el que se invierte para fortalecer la misma, distribuir las responsabilidades domesticas de manera justa y equitativa para fomentar la justicia relacional.

Olvidamos que la piel es el órgano más extenso del cuerpo, esto lo convierte en una fuente de placer inagotable, ver una serie de televisión juntos es muy bueno, pero definitivamente es mucho mejor crear la propia historia desde la vinculación física, tomar tiempo para descubrir el mapa erótico que cada uno posee, estimular los sentidos desde el buen trato potencializara orgasmos más placenteros y devolverá la salud sexual a la relación de pareja.

Heidy Camilo H.

Terapeuta sexual y de pareja

Especialista en violencia intrafamiliar

Centro Vida y Familia Ana Simó

Imagen tomada de: www.istockphoto.com