Cuando el miedo a la soledad controla tu vida afectiva

Cuando el miedo a la soledad controla tu vida afectiva

El miedo a la soledad, al igual que otros miedos, condicionan, limitan e interfieren en nuestra toma de decisiones. No se trata de decidir siguiendo una determinada ideología, se trata de ser fieles a nosotros mismos, de realizar elecciones con el mayor grado de libertad y responsabilidad que nos podamos permitir. Tomar decisiones no es una tarea fácil, pero siempre digo que el ser humano tiene una sola libertad, y es la de elegir. Logremos que este proceso no esté limitado por nuestros miedos.

He aquí unos tips para hacer frente al miedo a la soledad:

  1. CONÓCETE

Mientras nosotros tratamos de encontrar la magia en otra persona, la magia dentro de nosotros permanece inexplorada. De ahí la importancia de dedicarnos tiempo a nosotros mismos, para descubrirnos, para saber qué es lo que necesitamos, quiénes queremos ser, para tomar conciencia de nuestros valores y de si realmente actuamos y sentimos acorde a ellos, para ver hasta dónde podemos llegar por nuestra propia cuenta.

En primer lugar, aprende a flexibilizar tus ideas y pensamientos y no aceptes como verdades inmutables las creencias adquiridas de tu entorno. Aprende a poner en cuestión creencias y a generar ideas alternativas.

En segundo lugar, identifica tus miedos, este es el primer paso para vencerlos. Si conocemos bien nuestro funcionamiento y entendemos el porqué de esos miedos, será más fácil establecer un plan de acción: ¿Cuándo siento ese miedo, en qué situaciones? ¿qué pienso en ese momento? ¿qué emociones me genera? ¿qué hago ante esa sensación? Reflexiona sobre tus miedos: ¿qué es lo que más temes al quedarte solo?, ¿qué ha ocurrido en circunstancias parecidas en otros momentos del pasado?, ¿qué pasaría si empezaras a afrontar estos miedos en vez de evitarlos?, ¿existen otros miedos que ya has superado?, ¿qué beneficios has obtenido?, ¿qué pierdes o sacrificas al tener miedo, qué costes te genera?

Además, es necesario comprenderse a uno mismo para comprender a los demás. Ese es el gran secreto del amor y la armonía. Comprender es aliviar. Cuando comprendes las razones que impulsan a alguien a herirte, consigues aliviar tu sufrimiento. La mayor parte de gente que te hiere tiene sus razones. A veces ni ellos mismos las conocen, pero si las buscas, si indagas, puede sorprenderte el consuelo que recibes. Cuando una persona te afecta emocionalmente, te está mostrando una herida no curada dentro de ti, y eso hay que usarlo como una oportunidad para crecer. El drama y el trauma que a algunos aplaste y destruye, a otros los fortifica y regenera, dotándoles de mayor capacidad de amor.

  1. AFRONTA TUS MIEDOS PROGRESIVAMENTE

Establece pequeños retos que van a ayudarte a tener percepción de avance y de éxito. Ganar autonomía en determinadas situaciones, ir tomando pequeñas decisiones o haciendo cosas a pesar del miedo que te produzca hacerlas solo.

  1. PRIORÍZATE

Dedica tiempo a actividades gratificantes para ti. Recuerda que el auto-cuidado te mejora y también mejora la calidad de tus relaciones con los demás. ¿Cómo podemos esperar que los demás nos quieran o nos respeten si nosotros no lo hacemos con nosotros mismos? “Quiérete a ti mismo como si tu vida dependiera de ello, porque es así”

  1. PIDE AYUDA

Si detectas que el miedo comienza a limitarte en tu día a día, los psicólogos podemos enseñarte a adquirir las herramientas y los recursos necesarios para afrontar de manera efectiva estas dificultades.


Imagen: www.psicologia-online.com