¿Por qué me duele cuanto tengo relaciones sexuales?
Cada vez son más frecuente las quejas de dolor durante las relaciones sexuales por parte de la mujer, las cuales pueden traer múltiples consecuencias que no solo se vean reflejadas en su satisfacción sexual, sino también en la de su pareja.
El dolor o molestia recurrente durante las relaciones sexuales se conoce como dispareunia o coito doloroso, el cual se presenta al momento de la penetración. Asimismo, sus manifestaciones pueden variar en característica e intensidad de una mujer a otra pudiendo presentarse desde una sensación de quemazón, dolor punzante, ardor o dolor que pueden pasar de ser tolerables o llegar a tornarse insoportables.
Es importante destacar que las relaciones sexuales no están supuestas a generar molestias o dolor, sin embargo, que esto suceda en un momento determinado por circunstancias especifica no es suficiente para ser considerado como una disfunción sexual. En este sentido, hacer un diagnóstico de dispareunia implicaría tomar en cuenta el tiempo y frecuencia con la que se presente la molestia o dolor que debe estar presentándose durante un periodo de al menos tres meses y en la mayoría de las relaciones sexuales.
Aunque no se encuentra el coito doloroso dentro de las disfunciones sexuales femeninas que solemos ver con mayor frecuencia, la realidad es que cada vez se hacen más frecuentes las demandas en terapia sexual motivadas por esta causa.
La mayoría de las veces las causas del coito doloroso suelen deberse a factores psicológicos o psicosociales dentro de los cuales ponemos encontrar: falta de educación sexual o restrictiva, pobre conocimiento del cuerpo, estimulación insuficiente, falta de lubricación, entre otras. De igual manera, siempre es importarte la revisión ginecológica, porque, aunque infrecuentes factores físicos también pueden afectar.
Las consecuencias de la dispareunia no solo suelen limitarse a la penetración, con frecuencia el deseo sexual se ve afectado, así como dificultad para lograr orgasmos, en otros casos la mujer puede evitar las relaciones sexuales por el temor al dolor. De igual forma, la pareja puede verse afectada de manera significativa ante la situación, llegando a presentar incluso presentar fallas eréctiles.
Ante la presencia de esta disfunción sexual la dinámica relacional puede verse afectada de manera significativa, generando situación de tensión y conflictos como producto de la vivencia de una sexualidad insatisfactoria.
La dispareunia siempre y cuando se deba a causas psicológicas es totalmente trabajable y de buen pronóstico en terapia sexual. En este sentido, es importante contar con el acompañamiento y guía del profesional en el área, ya que la solución no se trata simplemente de que la mujer trate de relajarse como se le plantea muchas veces erróneamente como solución.
Margaret Almánzar
Psicóloga Clínica
Terapeuta Sexual, Parejas y Familiar